Iciar Armendariz
Dicen en los petit comité que más que rumores de tregua todo apunta a un cierre de persiana. De persiana oxidada y mucho tres en uno. Dicen los
políticos que mandan que en absoluto, que nunca, que jamás, están negociando con ETA. Dicen que siempre se ha dicho que los políticos mienten más que hablan y todavía más cuanto más mandan. Dicen que todo es ETA, decían que Batasuna es ETA, pero que ahora según.
Dicen que ETA se comprometió en marzo, allá por Aberri Eguna, a responder a Currin y estamos esperando, y que más pronto que tarde, este junio si les da tiempo habrá respuesta. Dicen que Zapatero desconfía y que Rubalcaba es optimista.
Dicen que el polo soberanista se ha desinflado, que lo de la convergencia de la Izquierda Abertzale con EA es ya papel mojado. Dicen que la Izquierda Abertzale, ésta que apuesta por las vías exclusivamente políticas, la de Zutik Euskal Herria, no está por cometer la torpeza de las elecciones de mayo, proponiendo “el voto de oro” para unas papeletas ilegales y nulas, que han dejado el parlamento en manos de la derecha española y de un partido supuestamente obrero y supuestamente socialista, además de monárquico y español.
Dicen que no será hasta las autonómicas cuando a la Izquierda Abertzale se le permita presentarse y no parece que vayan a hacer falta tres años. Dicen en los petit comités que a Zapatero le quedan tres telediarios, que tiene imposible aprobar los presupuestos, que el PNV ya no le pasa ni una, que habrá adelanto de elecciones generales y que de ahí a la ruptura del noviazgo entre Patxi López y Alfonso Basagoiti hay un instante.
Dicen que en los pueblos y en la ciudades vascas surgen espóntaneamente asociaciones varias, vecinos que echan de menos una izquierda vasca en los ayuntamientos y que podrán hacerse un hueco para las municipales. Listas de independientes, ajenos hasta ahora de la política algunos pero comprometidos, gentes de izquierdas y vascas que no tendrían problema en decir “condeno la violencia” si es obligatorio, y en lo que insisten los mentirosos de siempre. Dicen que para ellos podría ir el “voto de oro”. Luego, en las autonómicas, ya veremos.